Cary Grant ya hace veinte años que murió. Él y Hitchcock me dejaron huérfanos de padres de celuloide. No es de extrañar sentirse obviado por el resto del mundo de manera continuada. Cuando me siento así, subo el volumen de la música, y dejo que a mis oídos lleguen en inglés las frases que deseo explotar en español, porque en inglés me suenan mejor, por aquello de que sé que quien me quiera entender, realmente se va a preocupar por ello.
Lo demás parecerá inexplicable. Hoy el vino, deja demasiado poso. Me siento compañero de mí mismo, y no alcanzo a imaginarme dando explicaciones, del tipo, no, no estoy arruinando mi vida, ni dejo detrás de mí nada, ni abandono. No renuncio a mi estabilidad en forma de contrato con el banco, o con quien me paga, compromiso con mis seres queridos o cualquier otra cosa que suponga tener definido el resto de mi vida. Simplemente intento cubrir un hueco dentro de mí, en forma de curiosidad, en forma de descubrimiento, de razón, de idioma, de sonido, de persona… Perdí el miedo a pronunciarme en otras lenguas, así que mi horizonte se amplía. Mi curiosidad, me hace sentir como se sintieron Tony Curtis o Marlene Dietrich, en su época, que desafiaron su esperanza sentimental expresando sus reconocidos sentimientos, a costa de todo. Ostras o caracoles. Mi dilema va más allá, de la necesidad de ostras, o caracoles. Pues para mí todas las ostras que pueda serán bienvenidas, pero en mi mundo que hace tiempo que se extendió, y que mis gafas no son capaces de enfocar todavía…
Pues eso, pese a todo, a costa de todo, mis pensamientos de curiosidad siguen adelante. En forma de kilómetros, en forma de aviones, en forma de ciudades, ponedle nombre, ponedle lugar, pero pensad, que siempre, siempre, colmando mi curiosidad. Sólo eso, curiosidad, y unas ganas inexplicables, de inestabilidad.
Y para eso, queda mucho tiempo, y mucho mundo, pero el sentirme comprendido, en este primer paso, me hace sentirme mejor.
Y si tuviera suerte, sería tan feliz de contároslo… que sólo al imaginarme tan lejos, distingo mucho mejor el presente. ¿verdad?
Gracias lu, gracias, la.
Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.
miércoles, noviembre 29, 2006
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2 comentarios:
Sólo dos cosas:
1. Como paliativo para tus voraces ganas de inestabilidad, de curiosidad, de ser incauto, de momento podría servirte tu indolente, caótico y desvergonzado uso de las comas que en muchas ocasiones se interpone entre tú y eso que te hace sentir bien: ser comprendido.
2. Y una réplica facilona: la curiosidad mató al gato.
curiosidad, viajes, explorar espacios y tiempos, suena bien.
Besito para el viaje.
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