Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

martes, febrero 28, 2006

Los abrazos

No he podido evitar recoger un estudio los siguientes aspectos positivos a tener en cuenta a la hora de recibir y/o realizar un abrazo:


- Hace sentirse bien.
- Deshace la soledad. Nos sentimos acompañados por quien abrazamos.
- Derrota el miedo. Nos sentimos seguros por quien abrazamos.
- Abre las puertas a las sensaciones.
- Ayuda al auto estima.
- Alienta el altruismo. Dan ganas de abrazar a toda la gente de tu alrededor.
- Retrasa el envejecimiento. No lo sé seguro, pero lo presiento.
- Ayuda a reducir la tensión.
- Obliga a estirarse si eres bajito.
- Obliga a inclinarse si eres alto.
- Ofrece una alternativa saludable y segura al uso del alcohol y otras drogas.
- Afirma la existencia física. Yo abrazo, tú abrazas, él abraza...
- Es democrático. Siempre en completo acuerdo.
- Es ecológicamente positivo (¡te quiero!)
- Es portátil.
- No requiere maquinaria especial.
- No exige lugar en particular.
- Hace que los días felices sean más felices.
- Imparte la sensación de que pertenecemos.
- Llena los sitios vacíos en nuestras vidas .

Y seguro que se me escapa algún que otro beneficio.

¡Abrazos!

viernes, febrero 24, 2006

Episodios de la infancia (Cap. I)

Nunca me pregunté porqué me gusta el baloncesto. Es más, el baloncesto me escogió a mí. Cuando cursaba primero de la antigua E.G.B. quise apuntarme al equipo de fútbol de clase. Éramos el 1ºC, y en el colegio había dos competiciones, fútbol y baloncesto. Había que escoger un nombre para cada equipo que empezara por C, por aquello de diferenciar las clases. El equipo de fútbol se llamaba “Cobras”, el de baloncesto “Cebras”. Ya sabéis, el fútbol era el deporte mayoritario, y además pertenecer al “Cobras” era tener prestigio y fama, y a los siete años, recién entrado en el colegio, eso importaba mucho. Por fín llegó el día en que se seleccionaron los jugadores.

El capitán del “Cobras” se subió al estrado para elegir a los que a partir de ese día jugarían todos los sábados la liga. Me había esforzado en cada recreo, había sudado y corrido, había luchado. Yo era muy alto para mi edad, y la verdad es que no era muy hábil con el balón en los pies. Además el capitán del equipo era el jefe de los “malotes” de la clase, perseguidores sin descanso de la mofa y agravio de los que éramos más tímidos. Y ocurrió lo que me temía. No entraba dentro de los planes del capitán del equipo de fútbol... Sin tiempo para asimilar mi desilusión, se subió al estrado el capitán del equipo de baloncesto. Era un chico tímido, bajito, con gafas de pasta. Comenzó a elegir a sus amigos, todos con sus gafitas, su lágrima fácil y su inseguridad. Un chico que se sentaba a mi lado, me empujó y me dijo que para jugar al baloncesto, había que ser alto, que lo había visto en la tele, y que yo era muy alto. Razoné su lógica aplastante y como no tenía ganas de quedarme en casa los sábados, me decidí a entrar en el equipo de baloncesto. Si pusieran enfrente a los integrantes de los dos equipos, los “cobras” y los “cebras”, sería una foto perfecta de la segregación social de las aulas de los años 80. Por un lados los malotes, los graciosos, los que se dedican a reírse del prójimo, regulares estudiantes y buenos deportistas, pesadilla de profesores, trastos por naturaleza. Y por otro lado estábamos los “cebras”, con nuestras gafas, nuestros granos, nuestras caras rechonchas, nuestras pantorrillas blancas y nuestros libros. Así comenzamos a reunirnos los viernes por la tarde para botar esa pelota naranja con granitos. Éramos seis. Sólo tres sabían jugar, y fueron los que nos enseñaron a los demás. A mí me dijeron que sería el “pívot” del equipo. La verdad es que nos reíamos mucho con esas palabras nuevas para nosotros. “Base”, “Alero”, “Rebote”, unido a la perfecta jerarquía del juego del baloncesto, con sus posiciones definidas, sus reglas y ese cuadrito mágico, donde siempre que aciertes al centro, anotas canasta. Comenzamos perdiendo el primer partido contra 1ºA “Aviones”. Pero en el segundo nos empezó a ir mejor, gracias a que cada viernes ensayábamos jugadas para que yo me quedara sólo y aprovechara mi altura para anotar canasta.

Desde entonces, cada sábado los “cebras” cosechaban triunfo, tras triunfo. Éramos una mezcla de altos y bajos, gordos y flacos, buenos y no tan buenos, que con nuestras canillas y brazos al aire, ganamos la liga ese año. Y nos llevamos la copa al aula. Aquel año los “cobras” sólo pudieron ser segundos en su liga. Mientras, los cebras celebramos con pizza y refresco el triunfo tan merecido. Y a los siete años ya teníamos el prestigio y la fama a nuestro lado.



PD: No me busquéis en la foto, que no salgo, que la foto la he pedido prestada de "otra" página

martes, febrero 21, 2006

Palabras Mayores

Dios hizo el mundo en seis días. Con esas prisas nos deberíamos dar con un canto en los dientes con lo que tenemos. No le ha quedado mal del todo, aunque cambiaría unas cuantas cosas, sobre todo las referentes a los seres humanos. Se ve que ya estaba algo cansado cuando creó al hombre y a la mujer, pues le salieron muy parecidos a los monos.

domingo, febrero 19, 2006

Jubilados

La noticia del día para mí: Las vacaciones en Galicia de unos jubilados se vieron empañadas por el hecho de que los conductores del autobús en el que iban a realizar el viaje llegaron tarde a su cita y evidentemente ebrios. Sin más, los jubilados llamaron a la guardia civil, que acabó deteniendo a los conductores por dar positivo en el control de alcoholemia. Tras escuchar esta noticia me venía la mente las reticencias del abuelo de un amigo a viajar en su condición de jubilado, pues cree fervientemente que los viajes de jubilados no dejan de ser una tapadera para deshacerse de unas cuantas pensiones de jubilación de golpe. Antes de escuchar esta noticia, creía que el abuelo de mi amigo estaba bromeando, pero yo, por el momento voy a viajar todo lo que pueda antes de jubilarme, no vaya a ser que me quede algún lugar por visitar, y cuando me jubile me apunte a una excursión en autobús.

martes, febrero 14, 2006

House

"Si sigues repitiendo constantemente mis preguntas, tardaremos el doble en llegar al final de la conversación"

House

lunes, febrero 13, 2006

Gaudí

Quid del día:




Decidme si no es, poco menos que impresionate:




Pues según tengo entendido, debemos agradecer toda la obra de Gaudí, a las setas, a la naturaleza, y a Dios. Extraña mezcla.

jueves, febrero 09, 2006

La mano del muerto

En los trenes antiguos, existía un dispositivo en forma de palanca que el conductor del tren debía tener accionado todo el tiempo que éste estuviera en marcha. Si por alguna razón el conductor dejaba de presionar dicha palanca, el tren dejaba poco a poco de moverse. Servía para prevenir accidentes o ataques al conductor. Esta palanca se llamaba "la mano del muerto"

En la película "Speed", Keanu Reeves era el encargado de mantener por encima de un mínimo la velocidad de un autobús, para evitar que explosionara una bomba colocada por un malvado. Dicha bomba estallaba si se bajaba de una determinada velocidad.

A veces, una pequeña fuerza me empuja a manterner el ritmo, a continuar dando más de lo que puedo dar. Si no, llega el final del día y me no puedo evitar sentirme mal.

lunes, febrero 06, 2006

Blogs

Hace tiempo que parece que el mundo se está volviendo loco. Los musulmanes queman embajadas a diestro y siniestro. Y todo por una provocación. Provocación como la que tuvieron Maragall y Carod, cuando se pusieron la corona de espinas en un viaje. Provocación, como puede sentir algún católico que vea la “última tentación de Cristo” Y digo yo, que todo esto sólo tiene un porqué, y una causa: el tiempo. Las personas que tienen mucho tiempo libre, piensan, y por regla general, nada bueno. Como diría un jubilado de a pie: “a ésos les daba yo un pico y una pala”. A esos, a los que tienen tiempo libre para pensar en negativo. Los trabajadores de a pie, no tienen tiempo de pensar en quemar cosas, desde luego. Como mucho, nos da tiempo a escribir en blogs.

viernes, febrero 03, 2006

Citas necesitadas (parte II)

"Dime quien te importa que te quiera, y te diré quien te quiere de verdad"
Anónimo

"El corazón tiene razones que la razon no entiende"

Pascal


"No creas lo que escuches, y sólo cree la mitad de lo que ves"

Dicho Popular

jueves, febrero 02, 2006

Alientos, derroches, enigmas (capítulo II)


El avión aterrizó en el aeropuerto de madrugada. Cuando salió del aeropuerto, una legión de muchachos de pantalón corto y camisa fuera le rodearon ofreciendo “taxis”, “ônibus”, y un sin fin de palabras que rápidamente se encargo de negar. Fijó su mirada en el coche más “parecido” a un taxi español, un renault 12 con aspecto de haber vivido demasiadas vidas.

El taxista resultó hablar un poco de español, y tras preguntarle sorprendido el porqué de su visita a Brasilia, le invitó a conocer lo que para él era el verdadero Brasil, el Brasil de los cocos, bikinis, disfraces y playas, allá en Bahía. Aarón no supo qué contestar al taxista, y sus pocas ganas de conversación tampoco ayudaron a hacer el viaje entretenido. Desde el retrovisor, el taxista le miraba extrañado por su aspecto, su soledad, y su atípica cara de turista, pensando en su interior que no se trataba más que otro hombre de negocios, tan europeo, como soso.

Conforme se iban adentrando en la ciudad, Aarón se fue encontrando con un panorama demoledor. Brasilia no es una ciudad común. No es ni mucho menos una ciudad al uso. Las avenidas no tenían ningún sentido de la medida. De repente, el cemento y el hormigón, en forma de edificios imposibles, parecían correr detrás del taxi. Tras cruzar las avenidas de los “monumentos” imposibles, se dirigieron a la zona llamada “Plano Piloto”, que parecía no tener fin.

Con un intento de practicar el nuevo idioma para él espetó un silencioso “muito obrigado”, mientras el taxista le negaba la vuelta del billete que inocentemente le había dado. El hotel era una especie de cubo, cuadrado, geométrico, simétrico y lleno de esquinas.

(continuará...)