Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

domingo, noviembre 12, 2006

All about Eve (Eva al desnudo) de Joseph L. Mankiewicz

Deep inside. Profundo. Apuntaba alto. Anne Baxter decidió que el resto de su vida era inmensamente predecible. Para qué pensar, si a una determinada edad, te puedes asomar al resto de tus años. Por eso, no quería ser común, no quería ser mujer acomodada.

Es triste, cuando desde joven, por más que quieras imaginarte tu fututo, sólo encuentras muy pocas opciones. Y te imaginas del color de aquél que pasea por el parque sus años. Y tratas de cambiar las circunstancias, las vivencias. Y por mucho que escapes a miles de kilómetros de tu origen, sabes que al final, estarás de vuelta.

Y podrá cambiar la ciudad, podrá cambiar el trabajo, pero ahí, perenne seguirás tú.
Serás feliz. Nadie lo duda.

Pero la chispa que enciende la juventud es tan traicionera. Es cuestión de engrandecer la mente hasta que los problemas más insolubles se conviertan en meros obstáculos de fácil solución. Por eso hay algo dentro de mí que se niega a mi futuro predecible. Se niega a lo previsible en forma de vivencias, trabajos y experiencias. Si ya sabes lo que te espera de aquí a veinte años, ¿por qué no intentar cambiarlo? ¿Por qué no arriesgarse? ¿Por qué quedarse parado hasta que llegue ese futuro previsible?

Y en forma de pequeñas cápsulas me voy imaginándome otro futuro, lejos de éste. Sin ánimo de revancha, sin rencor. Soy feliz con mi futuro, pero ahora que puedo, haré lo posible por cambiarlo, porque siempre fui lo suficientemente calculador, como para hacer buen provecho de mi tiempo, y de repente, necesito de la improvisación en mi vida. Improvisación, que en mi mente son kilómetros, y en hechos, de momento, no es nada.

Por esto, hay días que quisiera ser como Bette Davis en Eva al Desnudo. Quisiera ser esclavo de mis defectos, y a la vez, suficientemente capaz, como para hacer ver a cada uno de los que están a mi lado, la miseria humana que sufre. Haciendo el suficiente daño, como para que se planteen pensar. En lenguaje castizo, se dice: hablar con dos cojones.


“Se avecina una tormenta”


Que gran frase…

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