Síntoma I: Olvido de menesteres de importancia nula en el trabajo
Síntoma II: Olvido de menesteres de importancia máxima en lo personal.
Síntoma III: Caminar pensativo, sin saber en qué se piensa.
Síntoma IV: Ideas erráticas, peregrinas, sin sentido.
Síntoma V: Fallos tontos, y sonrisas vehementes como respuesta.
Síntoma VI: Disminución del tiempo de concentración en tareas instintivas (comer, conducir, leer…)
Síntoma VII: Lectura de datos selectiva, mal enfocada. Incapacidad de síntesis.
Síntoma VIII: Las respuestas afirmativas son las más cómodas y no hacen pensar.
Síntoma IX: Multitud de tareas abiertas, incapacidad de acabar por completo ninguna. Extenuación por falta de rendimiento del tiempo empleado.
Síntoma X: Enfado interno, pérdida de estima personal, pensamiento de equivalencia entre el jefe y el ogro. Pensamiento de equivalencia entre la empresa y la cárcel. Pensamiento de equivalencia entre las drogas y la salvación.
Síntoma XI: Tendencia a proyectar el enfado interno a ser querido. A mayor querer, mayor enfado.
Síntoma XII: Vulnerabilidad ante problemas sin relevancia. Estado inerte. Ausencia de recreación visual, intelectual, sexual, sentimental, auricular y emocional.
Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.
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1 comentario:
Espero que solo sea un síndrome temporal y tenga fácil cura.
Tal vez toque renovar iLUSIONEs comprando el cUPÓN.
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