Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

martes, mayo 23, 2006

El jardinero

El jardinero cruza la verja de madera, roída, con la pintura desconchada. Todos los días a la misma hora, cargaba su regadera, su tijera, su herramienta camino del jardín. El jardín era pequeño, coqueto. El jardinero siempre quiso tener su propio jardín. Un jardín de colores rojos, amarillos y naranjas. Un jardín de vida. Se planteó tener siempre el jardín vistoso todo el año. Para ello tuvo que plantar varias especies que crecieran en las diferentes épocas del año. Así, tenía lirios, jacintos, azucenas amarillas y tulipanes que crecían en primavera. En otoño florecían también las azucenas, las dalias, los gladiolos y los ornitógalos. Es importante tener siempre cuidado el jardín todo el año. No soportaba ver enferma ninguna de sus flores. Las cuidaba con mimo, las hablaba, las cantaba, incluso las retrataba para ir viendo su evolución.

El olor del jardín también era importante. Tomillos, romeros, mentas, melisas, laureles, hisopos, sándalo...

Para el jardinero, las plantas eran sus sentidos. Los colores alegraban sus mañanas, sus olores impregnaban su rutina, y desde hacía poco había dejado un hueco dentro del jardín para plantar eneldo, berro, pimentón, cardamomo, clavo, cúrcuma, comino, estragón, canela, mostaza, clavo, anís, vainilla, cilantro y azafrán. De esta manera adornaba sus comidas.

















El jardinero nunca tuvo una flor preferida, pero siempre prestó especial cuidado a todas. El jardinero sabe que para él las flores tienen sentido todas juntas. Una por una, cada flor tiene una historia, que nunca llega a ser tan interesante como la historia que forman todas juntas.

Por eso el jardinero nunca pudo querer más a una que otra, sino a todas por igual...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un dia nació, de una flor, un bebe del tamaño de un garbanzo...

El jardinero lo recogió y alimento.

Un dia sería su sucesor.