En mi barrio, se ruedan películas.
O cortos, me da lo mismo. Pero se ruedan. El silencio se hace en la calle, flanqueada por ayudantes con gorra que hacen lo posible porque no te cruces en el plano de la cámara. Y las cajas metálicas, unas encima de otras, abiertas, cerradas. Un par de sillas, y un trípode con una cámara. Jo, una cámara de cine. Me las imaginaba enormes, como las que salen en los “making-of”, sobre una interminable fila de raíles.
Ésta cámara era más pequeña, pero era una “cámara de cine”. Y el director rodeado de personas que le miran que hablan, y los actores esperando a entrar en escena. El del micrófono que porta una pértiga se hace dueño del espacio. Y el maquillador retocando a otro actor, mientras esperan a prepararse a entrar en escena.
De repente, todos se mueven a la ven hacia un sitio determinado.
Se hace el silencio.
Y la claqueta. ¡ Una claqueta! Estalla en los brazos del ayudante del director.
Silencio, se rueda.
Y entonces los actores, actúan. Y el tiempo, ese tiempo, apenas minutos, o segundos que dura la toma. Ese tiempo que se transforma en celuloide, que se transforma en imagen, que se proyecta en un a pantalla y que a veces, tantas veces nos emociona.
Corten
Y el silencio se hace barullo, se hace vaivenes, se hace tripa de lo que antes era corazón. Son bambalinas en la calle. Son espectáculo en carne viva.
Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.
domingo, junio 25, 2006
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2 comentarios:
En mi calle también se rueda, por lo menos una al año. Luego intento descifrar entre las imágenes de las películas retazos de mi realidad cotidiana: el portal de enfrente, la tienda de al lado, la pintada de la calle.
Silencio, se rueda.
Recuerdo un verano, de esos ardientes que sólo hay en Madrid, que estaba yo con mis balcones abiertos y mi música escapándose en el aire. Sonó el timbre de la puerta. Abrí y me encontré con el ayudante de producción rogándome que bajara el volumen que se colaba en las tomas a modo de banda sonora de una película dogma.
No hay manera de salir en una peli, aunque sea por estos métodos.
Me encanta el cine, pero creo que no tanto los rodajes (que le vamos a hacer, me gusta que me lo pongan fácil;) Los rodajes en exteriores pueden llegar a ser difíciles, y los rodajes en general..largos y pesados. Cierto es que luego el resultado hace que quizá haya merecido la pena..Pero..uff! Por algo de trata más bien de una profesión pasional.
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