Recitar, hablar, cantar. Todo nace y todo sale. Desde el corazón, desde las vísceras, desde donde nadie nunca se atreve a citar. Por dentro, hacia dentro, desde dentro, en un camino de posibilidades, hasta cuando haya alguien que pueda estar a tu lado para vivirlo. Hasta que todo te rodee en el momento y tiempo justo, como quieres y cuando quieres. Sintiendo en planos largos, en horizontes que asoman lejanías y dotan cada día de sentidos distintos. Sentidos cuya suma forman uno, forman el arededor, te forman a tí mismo. Son un sucesión de "ayeres" que fijan el momento actual, y cimientan los futuros. Y todo a base de plabaras, cantes y recitales.Y todo con una sonrisa.

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