Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

miércoles, abril 05, 2006

Post que nunca publicará ningún periódico

Nunca pensé que podía convertir charcos en riachuelos. Debí comer demasiadas alubias este fin de semana. Lo cierto es que todavía mi ropa está ahumada, y la torre de ropa lista para planchar empieza a perder por sí misma el equilibrio. Me falta tiempo para recuperar el aliento de los pasos que voy dando. Me conmueven hasta las señales de tráfico, y convivir con todos estos día me llena de vida. Los japoneses son unos artistas de la concentración y el minimalismo, y estos días me concentro en comprimir cada instante para poder saborearlo lo suficiente.

Todo me da vueltas en la cabeza, tengo nueva planta en casa, y en la mesilla se agolpan los libros, ávidos de conseguir que no duerma lo suficiente, como para llegar a salir del garaje por la mañana antes del cambio de turno del portero. Del portero simpático, al portero errático. Un mundo, vamos. Además cada vez tengo más claro que ver Sexo en Nueva York, y conocer el interior de las tiendas Woman`s Secret no te hace saberlo todo a cerca de las mujeres. Y para colmo la niña pequeña de los vecinos, desde sus cincuenta centímetros de altura me llama “señor”. Pues no, no estoy dispuesto a ser un señor, por muchos años que cumpla. Lo que sí es cierto es que para aprender idiomas lo mejor es tratar con oriundos.

Besos y abrazos a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La primera vez que me llamaron de usted, una amiga de mi hermanilla pequeña, fue un palo, me dije, joder, tantos años aparento?
En fin es uno de esos traumas que no se olvidadn.

MARIEL BLANCO dijo...

Oriunda de Buenos Aires, si querés aprender algo del lunfardo porteño ;)
Creo que es lo más sano conservar ese Peter Pan que hay adentro. Me hiciste acordar de un día que estaba en la playa, con mi ex, y yo me aburría y jugaba y él no. Era una señal a la que no le había prestado atención, pero ahora me hiciste reparar en eso, y sí... fue una señal. Besos!