Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

martes, abril 11, 2006

Denuncia Petanca

Curiosa la resistencia de mi barrio. Sólo quedan unos pocos metros cuadrados de lo que fue el parque de la Arganzuela, inaugurado en 1969. Los que ya han vivido lo suficiente como para opinar de casi todo, juegan a la petanca bajo sus árboles, junto a las vallas que les separan de los ruidos y los polvos de la obra de la M-30. También luchamos los que usamos deportivamente sus caminos para expulsar las tensiones del día a día, los que al abrigo de un juego de mesa, una botella de cerveza, o una pelota se niegan a ceder un metro más a los cercados. Antaño se celebraba en este parque las fiestas de San Isidro, y más recientemente las de la Melonera. Hoy celebramos más sitio para nuestros coches.

Hoy en día el ser humano va colocando capas sobre capas, enterrando el pasado para repoblar el presente. Talamos árboles, para plantarlos a posteriori. Eso sí, nos ponen un puesto informativo. Nos informan del destrozo. Sí, ya me siento mejor, destrozan el parque, pero me informan, qué detalle. Todos sea que dentro de doscientos años, cuando vuelvan a hacer otra obra, encima de otra obra, encima de otra obra, se encuentren un trocito de fuente del parque actual, y tengan que paralizar las obras por conservar el monumento.

De momento, unos pocos combatientes con chándal, con bolas de petanca, con litronas, con perros, con gatos, y con pelotas, seguiremos aguantando el avance de las vallas.

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