Sin estar. Estando. Sin pensar, pensando. Tengo un virus que me impide ver más allá de lo que pienso. Me paso el día intentando volar sobre mis sentidos para alejarme y ver a todo el mundo a la vez, y así saber cuáles son los pensamientos de la gente. Admiro a los acróbatas que se vuelan por los aires sobre un público de circo.
Una vez alguien se pasó seis años subido a un andamio para pintar un juicio final, donde desde lo alto las figuras se erigen en dueños de los pensamientos de todos y cada uno de los que desde abajo miramos embobados, perdiendo de vista todo nuestro alrededor.
Los paracaidistas más cobardes cierran los ojos mientras sobrevuelan el paisaje. Los paracaidistas más valientes se entretienen en observar todo lo que le rodea desde su privilegiada posición.
Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.
domingo, septiembre 24, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
vEO que últimamente no hay comentarios por estos lares, lógico, porque el síndrome postvacacional influye hasta en los blogs, pero bueno.
También decirte que hay cosas que se paladean mejor con los ojos cerrados.
Publicar un comentario