Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

sábado, marzo 12, 2005

No lo puedo evitar....

Me pasa a menudo que soy de los que me fijo en los detalles menos importantes. Pues estoy desarrolando un pequeña habilidad que consiste en pensar a la vez que hablo. Sí, parece una gilipollez, pero es lo más útil del mundo. Cuando hablas con alguien que no conoces, sirve para fijarse en detalles de vital importancia sobre su persona. Además, determinadas frases, preguntas y sus respectivas respuestas pueden dar gran cantidad de información. Así, no es la primera vez que me pasa que no me entero de la conversación que estoy teniendo, y mi interlocutor me mira con cara de "¿este tío se está enterando de lo que le digo, o tiene esa cara de nacimiento? " y entonces yo utilizo mi truco de repetir la última frase que me ha dicho y parece que se tranquilza, y sigo mirando los gestos que hace con la mano, sus zapatos comprados en Fosco o el movimiento nervioso de su dedo enroscado en el pañuelo de colores vivos regalo de su marido. Si la situación lo necesita, puedo hasta prestar atención a lo que está pasando a mi alrededor, mientras parezco que mantengo una conversación. Cuando la conversación tópica y vanal finaliza, yo ya tengo un examen organoléptico y mental completo de la persona que tengo delante, o de lo que ha sucedido a mi alrededor. Así luego me ocurre que no me entero de lo que me han dicho (demasiado a menudo) y lo que es más grave, de lo que digo.

Nunca me ha llegado a preocuparme, pero ya hace años apuntaba maneras en este aspecto, pues siempre me gustó ir más pendiente del las otras conversaciones del bus o el metro que la mía misma. También me pasa en comidas, sobre todo con desconocidos. Con las personas de confianza me ocurre menos, pero algún mal rato he pasado.

En fín, reconozco mi condición de cotilla de lo absurdo y superficial, y empiezo a pensar que leer todos los sábados la revista "Diez Minutos" desde la niñez a mi adolescencia, no me hizo mucho bien.

Escuchando...Concha Buika... Se me escapan las palabras





Pues sí, después de tanto tiempo, soy capaz de escribir dos post seguidos... nada más, y nada menos.

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