Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.

domingo, septiembre 24, 2006

Capel 16

Sin estar. Estando. Sin pensar, pensando. Tengo un virus que me impide ver más allá de lo que pienso. Me paso el día intentando volar sobre mis sentidos para alejarme y ver a todo el mundo a la vez, y así saber cuáles son los pensamientos de la gente. Admiro a los acróbatas que se vuelan por los aires sobre un público de circo.

Una vez alguien se pasó seis años subido a un andamio para pintar un juicio final, donde desde lo alto las figuras se erigen en dueños de los pensamientos de todos y cada uno de los que desde abajo miramos embobados, perdiendo de vista todo nuestro alrededor.

Los paracaidistas más cobardes cierran los ojos mientras sobrevuelan el paisaje. Los paracaidistas más valientes se entretienen en observar todo lo que le rodea desde su privilegiada posición.

jueves, septiembre 21, 2006

Sinceridad

La sinceridad es afilada y corta. Hay personas con la capacidad suficiente de saber decir verdades en cada momento, medias verdades cuando conviene, y no verdades cuando les interesa. Decir la verdad es un arte de equilibrio, de malabarista. Es un arma de doble filo. Sincerarse libera tensiones, angustias, pero también te descubre, te desnuda, te expone, te deja indefenso. Ser sinceros es complicado, porque nos entregamos sin defensa alguna. Decir lo que se piensa en momentos complicados puede hacernos daño. Por desgracia no tengo habilidad para mentir, mis ojos y mi gesto me delatan. Y esto no deja de ser un contratiempo hoy en día.

martes, septiembre 19, 2006

Striptease emocional

No me cansaría de escribir historias que contuvieran los siguientes verbos, y ocuparía mi tiempo en recordar cada momento que representan, por el simple hecho de que fui tan feliz al vivirlos que no me arrepiento de sentirlos:

Recuperar todos los vestigios de vidrios.
Perdernos camino a cachi.
Explorar caricias y abrazos.
Renombrar tus sentidos.
Dejar descansar juntos los pies.
Inmortalizar cada sonrisa.
Colorear cada minuto.
Ni mucho, ni poco. Ni ciento volando.
Exponer la verdad de la inocencia.
Vivir intensamente cada instante.
Abrigarte del frío de tus pies.
Acompañar, escuchar, esperar.
Cenar en el canal de la recompensa merecida.
Comprender.
Rescatar en cada boda un baile.
Caminar perdidos, desorientados, juntos.
Escuchar las bandas sonoras de nuestro tiempo.


Pero a veces, ni siquiera demostrar los sentimientos, es suficiente para ser consciente de la distancia que separan a dos personas. Más aún cuando la distancia se hace pensamiento. Y la distancia, al final, duele.

viernes, septiembre 01, 2006

Etapa III. Próximo destino, la historia.

El descanso del guerrero llama a mi puerta. Estaré unos merecidos días comprobando que inspiró a Visconti para rodar Muerte en Venecia y el Gatopardo.

Sed buenos. Traeré fotos.

Besos y abrazos.